«Mi papá tuvo que viajar a otro país para buscar justicia». 

Caso #AlexLemún: séptima audiencia del juicio que juzga su asesinato. 

Cobertura: Gustavo Figueroa.

Captura de pantalla realizada durante la declaración de Edmundo Lemún (declarante).

«Consideró que no estuvo bien el accionar (del mayor Treuer) porque no fue un ataque constante (el que recibimos). Sólo fue un proyectil único que yo escuche», advirtió Miguel Castillo, uno de los tres carabineros que estaba junto a Marco Aurelio Treuer el día 7 de noviembre de 2002 en el fundo Santa Alicia. Uniendo su relato al que ya habían propuesto los investigadores de la Policía de Investigaciones de Chile (PDI) a cargo de la causa, quienes indicaron que el accionar de Treuer había sido excesivo, desmedido e innecesario, colocando en riesgo la vida de sus compañeros (carabineros) y la de terceros (los comuneros mapuche).

En segundo lugar, declaró Edmundo Lemún, el papá de Alex, quien se mostró en varios paisajes de su declaración conmovido. La muerte de Alex significó «mucho dolor y sufrimiento» para toda la familia, confesó Edmundo. Indicando además, que ese 7 de noviembre estaba en su casa cuando le comunicaron que Alex había recibido un disparo. «Alex era una persona alegre. Estudiaba. Le gustaba jugar a la pelota. ¡Quería ser profesor!», resumió el papá. Por último, Edmundo recordó lo que significó para él tener que viajar a Ginebra para que el caso de su hijo no quedará impune. «Mis abogados me comunicaron que teníamos que viajar a Alemania para presentar una denuncia contra el Estado de Chile. El caso ya estaba cerrado. No tenía alternativa». Un mecanismo de silencio y “reduccionismo jurídico” que se suma a la embestida represiva y comunicacional que también tuvo que sufrir la familia Lemún.

“Al otro día del velorio de Alex, carabineros se acuarteló en nuestra casa. Nos vigilaban cuando entrábamos y salíamos. ¡Hasta cuando comíamos! Así estuvieron tres o cuatro meses”, recordó Edmundo, haciendo alusión de los primeros meses, luego del asesinato de Alex, cuando la familia aún no tenía un representante jurídico. Una actitud intimidatoria y criminalizante por parte de carabineros y el Estado de Chile en contra de la propia familia de la víctima, intentando sugerir que son ellos los únicos responsables de la muerte de su familiar y que deben por lo tanto mantenerse en silencio. 

En tercer lugar, declararon dos de los siete hermanos de Alex Lemún. «¡Mi papá tuvo que viajar a otro país para buscar justicia!», resumió con un tono de indignación Loretto, una de las hermanas más grandes de Alex, en referencia a la denuncia presentada ante el Consejo por los Derechos Humanos de las Naciones Unidas (Ginebra). Loretto fue una de las personas que acompañó a Alex en la ambulancia. «Del susto comencé el primer trayecto en bici y luego seguí corriendo», indicó en relación al viaje que tuvo que realizar desde la casa de sus padres hasta el lugar donde iba a ingresar la ambulancia. Alex, ya con la herida en la cabeza, fue traslado en la carreta de bueyes de un vecino desde el fundo Santa Alicia, cercano a la casa de la familia Lemún, hasta una entrada rural donde lo buscó la ambulancia. «Cuando solicitamos la ambulancia tuvimos que decir que Alex había sufrido un piedrazo por miedo a que carabineros detenga a la ambulancia en el camino y no la deje ingresar para buscar a Alex», concluyó Loretto conformando uno de los testimonios más relevantes de la causa, contribuyendo, del mismo modo, uno de los datos que dibuja el trato y las acciones de las que puede ser capaz carabineros en contra de las comunidades mapuche de Ngulu Mapu (Chile). 

Luego de transcurrida esta séptima audiencia, son pocas las personas que quedan por declarar, antes que se pronuncie la lectura de los alegatos finales. Por ahora, todas las pruebas y testimonios conducen a la culpabilidad con agravantes por parte parte de Marco Aurelio Treuer en el asesinato de Alex Lemún. Sin embargo, siempre en los casos de gatillo fácil es palpable reconocer también que aunque el responsable reciba la condena más severa, son varias las injusticias que quedan sin abordar y subsanar, constituyendo un desequilibrio ético – espiritual y étnico degradante, incesante e injusto en contra, en este caso, del Pueblo Nación Mapuche

En primer lugar, la familia Saavedra Lemún ya no estará nunca más con Alex, por una decisión arbitraria, brutal y violentamente racista de un funcionario público. En segundo lugar, esa violencia étnico -racial hacia una persona en particular se extiende y multiplica, hasta el día de hoy, hacia los propios familiares de la víctima. ¿De qué manera una condena carcelaria va a subsanar el dolor y el vacío que siente esta familia, en particular su madre Sonia? En tercer lugar, la condena es exclusiva para una persona, el responsable material de un disparo con una munición de plomo, sin reconocer y descontextualizar que esta persona, como la propia institución de carabineros, actúa movilizada por un sentimiento patriótico del deber, y por lo tanto étnico – racista en contra de un Pueblo Nación que, según el relato oficial de Chile es terrorista, violento, peligroso, digno de ser ejecutado por el sólo de ser, siempre armado y dispuesto a colocar en peligro la integridad y el bienestar del país (véase Ley Antiterrorista). Un buen ejemplo de ello es la constante provocación e intervenciones que realiza la defensa de Marco Aurelio Treuer que, hoy puntualmente, preguntó al papá de Alex: “¿Usted sabe si otros mapuche que hayan tomado otros territorios andan armados?”, como si ser mapuche fuera razón suficiente como para estar armado, desconociendo a su vez la legitimidad de las diferentes prácticas y acciones que se realizan desde este pueblo diverso en donde, como mecanismo de defensa ante la constante embestida armada y represiva de carabineros, sólo se cuenta, como en este caso, con piedras, usadas con boleadoras o gomeras, pero piedras al fin.

¡Piedras contra balas de plomo! A eso el Estado chileno llama enfrentamiento, guerra en tiempos de la mal llamada Pacificación de la Araucanía

Crónica y cobertura Gustavo Figueroa.

Seguir la actualización de la causa en: WallMapu Libre: Periodismo de mar a mar.

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